como la lluvia este domingo largo
llena la calle con estruendo amargo
aturdiendo mi mente dolorida
No hubo tiempo ni para despedida
pero debo decir en tu descargo
que en el odioso país del letargo
nada sabrás acerca de mi herida
Y la tormenta amaina, y con ella
la sensación de dolor disminuye
así también se van por fin tus huellas
entremezcladas con la tarde que huye
y al tiempo que aparecen las estrellas
tu recuerdo en el viento se diluye
Juan Maydana
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